"En estas ovejas mansas y de calidades susodichas, por su hacedor y criador así dotadas, entraron los españoles, desde luego que las conocieron, como lobos y tigres y leones cruelísimos de muchos días hambrientos. Y otra cosa no han hecho de cuarenta años a esta parte hasta hoy, y hoy en este momento lo hacen, sino despedazarlas, matarlas, angustiarlas, afligirlas, atormentarlas y destruirlas por las extrañas y nuevas y varias, y nunca otras tales vistas ni leídas y oídas, maneras de crueldad: De las cuales algunas pocas abajo se dirán...'....Los cristianos dábanles de bofetadas y puñadas y de palos hasta poner las manos en los señores de los pueblos: Y llegó esto a tanta temeridad y desvergüenza, que el mayor rey señor de toda la isla (La Española), un capitán cristiano le violó por fuerza su propia mujer. De aquí comenzaron los indios a buscar maneras para echar a los cristianos de sus tierras. Pusiéronse en armas, que son arto flacas y de poca ofensión y resistencia y menos defensa (por lo cual todas sus guerras son poco más que acá juegos de cañas y aún de niños): Los cristianos con sus caballos y espadas y lanzas comienzan a hacer matanzas y crueldades, extrañas en ellos.Entraban en los pueblos, ni dejaban niños, ni viejos, ni mujeres preñadas, ni paridas que no desbarrigaran y hacían pedazos, como si dieran en unos corderos metidos en sus apriscos. Hacían apuestas sobre quien de una cuchillada abría un hombre por medio, o le cortaban la cabeza de un piquete, o le descubrían las entrañas. Tomaban las criaturas de las tetas de las madres por las piernas, y daban de cabeza con ellas en las peñas. otros daban con ellas en los ríos por las espaldas, riendo y burlando y cayendo en el agua decían: "bullís cuerpo de tal"; otras criaturas metían en la espada con las madres juntamente, y todos cuantos delante de sí hallaban. Hacían unas horcas largas que juntasen casi los pies a la tierra, y de trece en trece, a honor y reverencia de nuestro Redentor y de los doce apóstoles, poniéndole leña y fuego los quemaban vivos. Otros ataban y aliaban todo el cuerpo de paja seca, pegándoles fuego, así los quemaban: Otros y todos los que querían tomar a vida cortábanles ambas manos, y de ellas llevaban colgando y decíanles: "andad con cartas (conviene a saber): Llevad las nuevas a las gentes que estaban huidas por los montes. Comúnmente mataban a los señores y nobles de esta manera: que hacían unas parrillas de varas sobre horquetas, y atábanlos en ellas y poníanles por debajo fuego manso, para que poco a poco, dando alaridos en aquellos tormentos desesperados se le salían las ánimas'.'Una vez vide que teniendo en las parrillas quemándose cuatro o cinco principales y señores (y aún pienso que habían dos o tres pares de parrillas donde quemaban otros), y porque daban muy grandes gritos y daban pena al capitán o le impedían el sueño, mandó que los ahogasen, y el alguacil, que era peor que verdugo que los quemaba (y sé como se llamaba, y aún sus parientes conocí en Sevilla), no quiso ahogarlos; antes les metió con sus manos palos en las bocas para que no sonasen, y atizóles el fuego hasta que se asaron despacio, como él quería. Yo vide todas las cosas arriba dichas, y muchas otras infinitas. Y porque toda la gente que huir podía se encerraban en los montes y subían a las sierras, huyendo de hombres tan inhumanos, tan sin piedad y tan feroces bestias, extirpadores y capitales enemigos del linaje humano, enseñaron y amaestraron lebreles, perros bravísimos, que en viendo un indio le hacían pedazos en un credo, y mejor arremetían a él y le comían que si fuera un puerco. Estos perros hicieron grandes estragos y carnicerías, y porque algunas veces raras y pocas mataban los indios algunos cristianos, con justa razón y santa justicia, hicieron ley entre sí, que por un cristiano que los indios matasen, habían los cristianos de matar cien indios...'Fray Bartolomé de Las Casas. "La Destrucción de las Indias"
lunes, 13 de abril de 2009
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2 comentarios:
Bien Walter, Felicitaciones, tenés mucha pasta de escritor -pero de los buenos, de esos que hacen literatura- lo mío es simplemente historia. Lo tuyo es de alto vuelo compañero. Un abrazo y éxitos de tu compañero siempre, aunque alguna vez me haya portado mal:
Daniel Alberto Chiarenza
Daniel muchas gracias yo tambien me porte mal
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